domingo, 4 de febrero de 2007


« Les femmes d’aujourd’hui sont en train de détrôner le mythe de la féminité ; elles commencent à affirmer concrètement leur indépendance ; mais ce n’est pas sans peine qu’elles réussissent à vivre intégralement de leur condition d’être humain. »
Simone de Beauvoir. Le Deuxième Sexe (Formation, Introduction)

1. Das varios golpes.


2. Te sentás a pensar dos minutos. No más de dos minutos porque podrías olvidar esa bronca necesaria para renacer.


3. Volvés a ver qué haría Samantha y qué no haría Charlotte. Pero, ante todo, pensáte única. Allí está la clave. Decía Pasolini (La rabbia, 1963) que "el mundo te ha enseñado que tu belleza es distinta a la suya. Y tu belleza, superviviente del mundo antiguo, requerida por el mundo futuro, poseída por el mundo presente, distinta a un mal mortal". Renacer. Renacerte. Como un sol, pariendo espejos diminutos. Renacerte con dolor. Porque todo yo se asume con el dolor del parto necesario.

4. Agarrás la mochila, la llenás de cosas inútiles pero conservás lo útil: uno o dos libros, música y el cuadernito.


5. Te mandás a mudar. Lejos. Al mar. Lejos. Y te vas en tren porque es mejor el tránsito congestionado de las vías y hablás con desconocidos porque suelen dar los mejores consejos.


6. En las orillas, mientras mirás al bañero (que es un idiota pero está para eso: para ser mirado, no como una obra de arte sino como lo bizarro en un marco doblemente bizarro que resalta sólo por su sillita en las alturas), pensás qué querés de aquí en más. Mirá bien a tu alrededor. La gente que toma mate, las familias que se putean, los pendejos caprichosos, la arena. Las pendejas chetas que no pueden articular dos palabras, con su bronceador de zanahoria y sus novios atragantados de músculos, la música del verano, la arena. El puto e inútil pilates, gh 07, los viejos verdes re verdes que te miran el orto, los boludos de siempre que hacen aerobics en la playa, la arena. Miráte vos. La arena.


7. Y reflexionás acerca de lo que sos. Asegurás tu libertad, tu independencia, tu autonomía, tu capacidad de ser un yo ante todo.


8. Luego, le reclamás al mar la fuerza que te falta. Y el mar te la dará porque siempre lo da todo, todo lo entrega a las orillas, a tus orillas.


9. Esperás a que anochezca y te mirás en el reflejo del agua.


10. Te descubrís, inesperadamente... y esa sensación es maravillosa. Y esa sensación da felicidad como nada en el mundo. Y, desde ese momento, la capacidad de ser sujeto, de tener una subjetividad única, es lo más grandioso del mundo. Repetíte Ego sum, ante todo. Y sentílo y grabátelo para que nunca más nadie se atreva a anularte como mujer pero, ante todo, como ser único e irrepetible... y humano.

Este es mi consejo.
Estoy. Estoy. Estoy.

5 comentarios:

Silvio Astier dijo...

Miro esas películas japonesas en donde si tienen que calentar agua, la escena dura lo que tarda en calentarse el agua. La edición, el truco de poner el agua y luego cortar y servir el té, no lo usan. Y ese cine lo miro sabiendo que me pierdo del mensaje porque habla en un idioma que no entiendo. No me refiero al japonés, claro, me refiero al relato subyacente. Y aquí miro y me pasa lo mismo. Su texto me empuja a una desesperación terrenal. Busco en mi biblioteca y encuentro lo que necesito después de esto. La máquina de follar. Perfecto.

Anónimo dijo...

hola adru!!!! mira vos a la adriana haciéndose un blog... jeje nahh chiste che que estes realmente bien... a mi no me cuesta tanto pero te llegue a apreciar adriana por mas que al principio te odiaba jeje:) besos y saludos nos vemos pronto!!!

Anónimo dijo...

No suelo leer blogs, pero a invitación de la escriba abócome a la tarea de comentar la entrada. Suerte de COSMO literata, infiero que Dios creó la playa y vio que era buena, y la pobló de asentaderas pimpantes y al décimo tercer mes nos otorgó el must de la costa atlántica, must al que con singular éxito escapo desde hace más de una década, pero que el teclado (ya que no la pluma) de la escriba me ha ayudado a recrear en mi mente. Clavo que te clavo la sombrilla. (Evangelio según San Pareo, 17 s.)

alter dijo...

¡Qué grande eres!

Anónimo dijo...

y nada,

y por qué no pensando qué haría Carrie o la pobre Miranda, en su defecto?

yo se de análisis del discurso, y me quedo con su frase, profesora... "seamos más analíticos que descriptivos..."



una no se imagina que pueden hacer frases célebres de una puteada o retada, vrai?

bueno, lo hice... y la registro.



que le sea leve la corrección,
mientras me voy a ver una banda al concheto y elitista "Clásica & Moderna".


=D

s'élève,

Vanesa.