El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable.
domingo, 18 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Fui una vez un pez que se dio el lujo de vivir en Aranjuez. Microhistorias en catalejos... (Blog trotamundos)
2 comentarios:
dialéctica?
Sí, sí, sí.
¡Muerte a los razonables!
:D
Publicar un comentario